Llegada a México después de la guerra civil española. Es este un periodo traumático y doloroso. Su estado de ánimo lo lleva a hacer a un lado los lenguajes vanguardistas, mismos en los que estaba inmerso en España y a retomar el realismo de sus años de formación, pensando que su oficio como pintor le permitiría ganarse la vida. También en esta etapa se adivina una nueva emoción, una mirada fresca, renovada, ante las nuevas formas y paisajes de su país de acogida.